sábado, 13 de julio de 2013

Ojos





Hace ya días que ando encallado con este texto. Demasiados días. No arranco, no sé por dónde tomarlo, por dónde empezar, qué camino seguir.
Yo pensaba que quería hablar de los ojos, del color de los ojos, expresados de forma poética por la gente corriente. Y en esa búsqueda  encontré ojos de chocolate, de esmeralda, del color de las hojas en otoño.
Pero no era eso.
Pensaba que quería hablar de los ojos que describen las canciones, los del color de la Coca-Cola de Fito y sus Fitipaldis, los ojillos de agua marina de Amaral o los marrones con esa veta verdosa de Shakira.
Pero no era eso.
Pensaba, en fin, que quería hablar de los ojos que cantaban los poetas, los ojos de lechuza que Homero vio en Atenea, los de azabache que Juan Ramón le dio a Platero, los ojos de fría plata que Federico puso en la gitanilla verde, que la quiero verde.
Pero no era eso. Ahora lo sé.
Yo simplemente quería cantarle a tus ojos de miel y quería hacerlo robándole las palabras a Machado y la música a Paco Ibáñez. Y así lo he hecho. No hay más (ni menos).

La imagen que acompaña el texto es Summer Night (Noche de verano), de Winslow Homer (1890.), Museo de Orsay, París. La música la pone Paco Ibáñez musicando el poema de Antonio Machado:  https://www.youtube.com/watch?v=HZ_I72-I2fI